Tenía Que Encontrarte

Susana & Co. Susana está harta de todo, sobre todo de su trabajo frustrante y de su complicada relación con Pablo, un atractivo y ocupadísimo director de una empresa cosmética, y decide romper con la rutina y los agobios y pasar unos días sola en un pueblo perdido. Allí conoce a Maksim, un ucraniano, misterioso y cosmopolita, empeñado en poner del revés su mundo. Pero ese mundo también está empezando a cambiar, pues a Susana le surge la oportunidad de trabajar en Nueva York y, sin pensarlo, lo acepta. Además, Nueva York es la ciudad adonde Pablo va a trasladarse en breve y la...

La presente edición recoge textos de diferentes épocas y variadas procedencias que nunca, hasta hoy, habían sido reunidos en un solo volumen. Además de "Los fugitivos", "Oficio de tinieblas", Guerra del tiempo y otros relatos, etc., se incluyen relatos que pertenecen a los inicios literarios de Alejo Carpentier y que nunca antes habían sido recogidos en un libro. Otros tres cuentos, "El cruzado", "La mano belluda" y " El milagro", ven la luz por primera vez y, aunque no pasan de ser una mera curiosidad, son vitales para poder tener una idea más concreta de los primeros pasos literarios...

Mi tío el empleado relata la historia de don Vicente Cuevas, que llega a Cuba de España a bordo de un bergantín, sin más carta de presentación que una recomendación del señor marqués de Casa Vetusta. La novela es narrada por el sobrino de Vicente; y denuncia cómo los funcionarios de la colonia se corrompen y enriquecen. Este relato de Ramón Meza transcurre entre sórdidas oficinas, en el lujo grotesco de los advenedizos y oportunistas. José Martí dijo que su estilo es tan preciso que parece una hoja de espada a la vaina.

La madre Tierra, nos recibe al nacer, ella nos alimenta, una vez que somos adultos, ella es siempre quien nos da su apoyo, y, por último, nos recoge en su seno, cuando ya somos un desecho de la naturaleza, especialmente cubriéndonos, como una madre. Plinio (Libro segundo, Naturaleza de la Tierra, capítulo LXIII)

A la mañana siguiente, Halo hizo una llamada a la oficina de Pemsky, que fue directamente a su correo de voz, cuando se abrió la puerta de la oficina principal. Halo sonrió y alzó la vista a los ojos verdes soñadores, con motas de oro, cabello castaño y corto, una barbilla levemente hendida y labios carnosos en línea dura. Incluso con su mirada severa, sus hormonas saltaron a toda marcha. El Sr. Dreamy se aclaró la garganta. Ella debe haber estado mirando. En su voz más profesional, ella lo saludó, "Buenos días. ¿Como puedo ayudarte?"