Cómo fracasar en el amor

Mucho se ha escrito sobre el autoconocimiento, esa línea delgada que separa la razón y la fe en uno mismo. La autora pasó por su cuerpo este camino de desarrollo personal, desde hace más de 30 años. Desde PENSAR. IMAGINAR. BRILLAR., encontrarás de manera clara y breve, cómo identificar tus conductas limitantes. Leer sus páginas te lleva de la mano a las emociones, pensamientos, creencias, lenguaje, aportándote métodos para trascenderlos y programar tu mente para SER quien deseas y sueñas ser. En su viaje al corazón de las creencias, FRAN KERGOAT, pone a disposición del lector sus ...

María es una mujer que se debate entre los viajes y la búsqueda de sus sueños. Una mujer que, entre 1981 y 2011, lucha contra la violencia machista de su esposo. Siempre dando oportunidades, cruzando una y otra vez la frontera de los sueños, buscando algún sitio donde echar raíces. Una y otra vez, su mano abierta incrustada en mi cara, una y otra vez la bebida no le hace recordar. Decidí que ya no permitiría más abuso verbal, físico y psicológico. Ya no hay flores que valgan, ya no quiero escuchar "El Te Amo de la Violencia". Ya no se verán caer más lágrimas por las mejillas de...

O estaba, naturalmente, sometido a normas y a vetos - incluso mucho más rigurosos que los que nos han maniatado en Occidente- de orden social y religioso, pero en sí no evocaba ni el rechazo ni los placeres del pecado. Reconocido como expresión de una exigencia natural, se le consideraba entre las necesidades primarias: las acciones relacionadas con el Amor tienen la misma naturaleza que la comida, ya que contribuyen al sostenimiento del cuerpo (I, 2). En una visión de este tipo no sorprende que los abrazos de los amantes sean considerados el placer supremo en esta tierra, y que, por el...

Para poder amar de forma incondicional hay que demostrar ser una reina con la corona bien puesta, valiente, honesta y emocionalmente independiente. Las reinas tienen que estar orgullosas de lucir sus coronas, de hacerlas brillar con su luz interior y nunca, en ningún caso, desprenderse de ellas, aunque para ello tengan que dejar atrás a determinados caballeros enfundados en una armadura que con el tiempo se ha ido oxidando cada vez más.