El Gran Texto

El espectáculo de la realidad se nos presenta como un entramado de signos ante el cual ejercemos la función de intérpretes. Mas, para asumir esta hipótesis, habremos de suspender las suposiciones que acompañan a la idea de signo y de texto habitualmente: habremos de prescindir de todo plano de sentidos y referentes previos al lenguaje, lo que implica que contamos con signos solo. Ahora los signos podrán llevarnos únicamente a otros signos en un tejido ilimitado de remisiones donde el ser de estos queda diferido, sin origen y sin soporte; y las cosas acabarán por aparecer como signos,...