La ventana de los cernícalos

En una finca de Monda, un pequeño pueblo blanco en el sur de España, se reúne un selecto grupo de nobles. El motivo es una peculiar fiesta en la que todos tienen un propósito secreto que converge en un cuadro de Tito Lucaveche. El famoso Burdel de Modigliani atrapa todas las miradas, o casi todas; para otros es mucho más importante el vino y las viandas, pero eso ya lo descubrirás. En esta novela vivirás de cerca qué atrae a las grandes fortunas y a qué está dispuesto el ser humano para conseguir sus objetivos. Criptas secretas, obras de arte, desvelos aristocráticos y leyendas...

Cuando Mary Lennox se fue a vivir con su tío a Misselthwaite Manor, todos decían que era una niña de aspecto muy desagradable; y era cierto. En su cara delgada se reflejaba una expresión amarga. Su cuerpo era flaco y pequeño; su pelo, de color amarillo, era fino y escaso; su rostro era también pálido, quizás porque había nacido en la India, en donde, por una razón u otra, enfermaba continuamente. Su padre había sido empleado del gobierno inglés y sus obligaciones eran innumerables. Su madre, una mujer de gran belleza, sólo se preocupaba de asistir a las más alegres fiestas. Ella ...

MÁS DE 500.000 EJEMPLARES VENDIDOS EN TODO EL MUNDO. El thriller revelación del año, del que muy pronto se estrenará la película basada en esta adictiva novela. Los fans de Perdida o de La chica del tren encontrarán aquí la novela perfecta y completamente adictiva.

Hace cuatro años Christian había mentido y separado a su ex novio Alex, de su nuevo amor. Él no era así, él no hacía esas cosas, pero estaba herido, dolido, furioso y actuó sin pensar.Desde entonces su vida amorosa iba de un fracaso a otro sin parar, Christian cree que es su karma persiguiéndolo, no cree merecer que nadie lo ame por lo que ha hecho, porque en su corazón sabe que no hay manera de que sus acciones queden sin castigo.A Alen, el sexy e hiperactivo jovencito que cautiva a Christian, no le faltan los hombres, los últimos años ha sido bastante promiscuo. Pero no quiere...