He visto cosas que no creeríais

Los antólogos, como los traductores, son traidores por definición: si los segundos han de adaptar un idioma a las reglas y la música de otro, los primeros escogen una línea argumental y eligen aquello que mejor se amolda a sus intereses entre un número de posibilidades casi infinito para que otros les presten su voz. Así pues, este libro es solo una selección de la literatura que, desde mediados del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX, habla del miedo al otro, como individuo o como grupo, del otro como monstruo, de la masa como monstruo, en clave de ciencia ficción....

Un nuevo y explosivo libro del autor superventas y maestro de thriller médico Robin Cook. Te subirá la tensión. Hay cosas peores que la muerte... Lynn Peirce, estudiante de cuarto de medicina, cree que ya tiene la vida organizada, pero, cuando su novio Carl entra en el hospital para una sencilla operación de rodilla, todas sus previsiones se vienen abajo. Tras la intervención Carl, hasta entonces sano, no recobra la conciencia y se confirma la muerte cerebral. Desolada por los acontecimientos, Lynn se embarca en la búsqueda de respuestas. Está convencida de que hay algo más que no...

Con gran libertad formal, Tavares nos lleva a un viaje en el que primero seguimos a la joven Martha en sus andanzas por Berlín, luego presenciamos el transporte de una monumental estatua de Lenin desde Bucarest a Budapest, mientras un violinista repatria el cuerpo putrefacto de su madre en sentido inverso... Bucarest-Budapest nos expone sin tregua a la tensión de la elección y a la dificultad de traspasar las fronteras, sean cuales sean sus formas.

Frente a la fuente de deseos, Emilio tiró una modena y, cerrando los ojos, pidió tener una mascota. ¡Pero una de verdad! Ya estaba harto de pedirle a sus papás que le compraran una y que su mamá siempre le contestara ¿Para qué más mascotas? Ahí tienes los peces que te compré en la tienda. Emilio no podía entender por qué su mamá le llamaba mascotas a unos (bichos) que vivían prisioneros en una pecera, que abrían la boca sin hacer ruido y que, para colmo, no podía acariciar.

La erudición expresada con la exquisita pluma a que nos tiene acostumbrados el inconmensurable Luis González de Alba, se pone al servicio esta vez del fino erotismo con que el autor evoca intensos pasados y morosos presentes. El vino de los bravos (y unos tequilas) es una colección de textos inclasificables, donde los géneros literarios son llevados hasta el límite y se confunden entre la poesía, la narrativa erótica y la prosa costumbrista. También es un diario de viajes y una clase de historia de Occidente, donde los mitos de la cultura clásica resurgen juveniles entre la carne y...