El mito del chiringuito

«Saldremos de esta» fue la única frase de consuelo que se le ocurrió a mi marido cuando ambos nos quedamos sin trabajo con más años que el hilo negro. ¡Y ya lo creo que salimos! Obligué a mi marido, mis hijos adolescentes y mi perro zampón a abandonar Madrid para mudarnos a Cádiz y montar un chiringuito. Apenas teníamos idea de cómo llevar una casa en condiciones y nos pusimos a regentar un negocio. ¿Qué podía salir mal? Invitamos a la familia a la inauguración y casi se quedan a vivir con nosotros... dudo mucho que fuera porque nos echaran de menos a causa de la separación y ...