Carla. ¡Vamos de excursión!

Carla está muy emocionada porque sus abuelos han ido de viaje y le traerán un regalo. ¿Qué sorpresa tendrán reservada para Carla? Una simpática historia con la que el niño podrá repasar los momentos más importantes del día. Gracias al reloj y a la guía del final del libro también podrá aprender a leer las horas. ¡Aprender con Carla siempre es divertido!

Una emotiva novela gráfica sobre la música como puente entre Oriente y Occidente, ahora en formato bolsillo. Nominada a mejor obra en el festival de Angulema de 2016, El piano oriental es una conmovedora y divertida novela gráfica inspirada en la vida del bisabuelo de su autora, un músico aficionado que, en el Beirut de la década de los cincuenta, inventó un piano "bilingüe" capaz de tender puentes entre las tradiciones musicales de Oriente y Occidente. Si en El juego de las golondrinas, Abirached relataba una infancia marcada por la violencia, la incertidumbre y el miedo de la guerra...

El hombre que pudo reinar (1888) trata de dos aventureros británicos en la India que se convier¬ten en reyes de Kafiristán, una parte remota de Afga¬nistán. La historia está inspirada en las hazañas de James Brooke, un inglés que se convirtió en el primer rajá de Sarawak en Borneo y en los viajes del aven¬turero estadounidense Josiah Harlan, a quien le fue concedido el título de Príncipe de Ghor a perpetuidad para él y sus descendientes. En 1975 fue adaptada por el director John Hus¬ton en la película del mismo nombre, protagonizada por Sean Connery y Michael Caine como los...

"Lo siento. No puedo comentar sobre un libro que ni siquiera he hojeado". Franco Escamilla Pacasso nos presenta lo mejor de dos géneros, el cómic y el stand up juntos, en la voz de su conocido personaje, el Dr. Netas, que con un gran sentido del humor hace una crítica sin cuartel de la sociedad mexicana, y de paso nos demuestra que la risa es una gran herramienta para entender el mundo que nos rodea.

En la selva de Taimán vivía una gran familia de monos. Todos tenían un tiempo para trabajar y un tiempo para divertirse. Pero cuando llegaba el tiempo de divertirse, Mugán se quedaba sentado encima de una rama pensativo, mientras sus compañeros saltaban, jugaban o se bañaban en el río. UN CUENTO SOBRE LA TRISTEZA