Hastío de sangre
Al ser una mujer lobo, Jade siempre tuvo la impresión de que todos los machos alfa no son más que bravucones egocéntricos y asesinos que usan a los miembros de la manada solo como trampolines para llegar a ser el rey. Vaya si lo sabe. Su hermano, su prometido y su secuestrador eran todos alfas de la peor clase. Teniendo todas las pruebas necesarias de que los alfas no eran trigo limpio, Jade juró nunca confiar en un hombre lobo de ninguna clase... Y mucho menos enamorarse de uno. Le resulta difícil respetar ese juramento cuando es rescatada por un alfa rubio de ojos azules y con el...