Un error de Ludueña

Elvio Gandolfo, nacido el 10 de noviembre de 1947 en Buenos Aires, Argentina, es un destacado escritor y periodista que ha dejado una huella importante en la literatura argentina contemporánea. Su obra abarca múltiples géneros, pero es especialmente conocido por sus relatos de ficción, ensayos y su contribución al ámbito del periodismo cultural.

Desde joven, Gandolfo mostró un interés voraz por la literatura, lo que lo llevó a estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Su educación formal le permitió empaparse de diversas corrientes literarias y filosóficas, influencias que posteriormente se reflejarían en su escritura. A lo largo de su carrera, ha publicado numerosos libros, muchos de los cuales han sido reconocidos y elogiados tanto por críticos como por lectores.

Una de las características más sobresalientes de la obra de Gandolfo es su habilidad para explorar las complejidades de la condición humana. Su estilo es a menudo introspectivo y cargado de matices, lo que capta la atención del lector y lo invita a reflexionar sobre las realidades que presenta. En sus relatos, se pueden encontrar elementos de la vida cotidiana entrelazados con una profunda reflexión sobre la existencia, el tiempo y la memoria.

A lo largo de su carrera, Gandolfo ha publicado obras como “El jardín de las máquinas parlantes” y “La experiencia del peligro”, que son solo algunas de las muestras de su vasta producción literaria. En “El jardín de las máquinas parlantes”, el autor se adentra en un universo donde lo fantástico y lo cotidiano se fusionan, creando un ambiente propicio para la exploración de la identidad y la tecnología en la era moderna.

Además de su labor como escritor, Gandolfo ha trabajado como periodista en diversos medios de comunicación, donde ha abordado temas culturales y sociales, ofreciendo siempre perspectivas provocativas que invitan a la reflexión. Su compromiso con la realidad social de su país, así como su interés en las manifestaciones artísticas, han hecho de él una figura influyente en el panorama cultural argentino.

Elvio Gandolfo ha recibido varios premios a lo largo de su carrera, que reconocen su contribución a la literatura y al periodismo. Su capacidad para fusionar la narrativa con la crítica social lo ha convertido en un autor relevante en la discusión literaria contemporánea. Algunos críticos lo han comparado con otros autores argentinos de renombre, destacando su originalidad y su voz distintiva en un contexto literario tan rico como el de Argentina.

En los últimos años, Gandolfo ha continuado publicando, explorando nuevas temáticas y estilos. Su obra sigue siendo objeto de estudio en diversas universidades y círculos literarios, donde se analiza la evolución de su escritura y su impacto en la literatura argentina.

En resumen, Elvio Gandolfo se presenta como un autor multifacético, cuya obra trasciende géneros y desafía convenciones. Su contribución a la literatura y el periodismo en Argentina sigue vigente, inspirando a nuevas generaciones de escritores y lectores. Su legado literario es un testimonio de su pasión por las palabras y su compromiso con la exploración de la condición humana.

Parece que pronto voy a morir, golpean la puerta muy duro, son como cuatro de ellos y lo único que tengo para defenderme es un lápiz de escribir y mi diario, es sumamente imposible que mate al menos a uno con un lápiz ya que ni las balas les hacen daño, así que lo único que me queda por hacer, es escribir, antes de que rompan la puerta y en el mejor de los casos solo me maten. Aclaro que soy mujer y una muy linda por lo que en este mundo machista y ahora de guerra nos toca pasar por dolores peores que la muerte, me gustaría rezar y que todo esto termine, pero no sé qué pasa con Dios, ...

Desde siempre el mal forma parte de todos los seres. Ahora, camina entre ellos con todo su maléfico poder, subyugándolos hasta convertirlos en poco más que esclavos sin esperanza. La palabra "Elegido" vuelve a sonar con fuerza en las reuniones clandestinas. Una hermosa elfa al mando de un grupo de salteadores, un rocoso de mirada perdida, una extraña criatura de melena violácea y un antiguo acólito de una olvidada orden clerical, pondrán en peligro sus vidas en defensa de la última esperanza de sus reinos. Oculto entre las sombras, un despiadado mercenario pugnará por acabar con...

En Helonia, hombres y pueblos con tímidas expresiones se escuchan, observan. Intentos vanos que no completan movimientos, desplazamientos vacíos. Estamos ante un mundo –un mundo mítico que a ratos nos recuerda a la antigua Grecia– convulsionado por la guerra, completamente polarizado y de futuro incierto, en donde “la idea es una sombra alquilada en el salón de turno”. A Terio –el héroe desdichado pero estoico– le ha tocado vivir el fin de una era, el mundo nunca volverá a ser el mismo, a la vez que ocurrirán acontecimientos que determinarán el resto de su existencia.

Estas Presentes sucesiones de Julio Hubard son como el agua que fluye sobre su propio cauce. El lector formará parte de esta corriente. La voz poética da vueltas, interroga el nombre de las cosas, busca su cuerpo entre los muertos, se mira fluir y retardarse en el pantano, antes de llegar al mar.