Martinito, el de la casa grande

Mon Repos es un lugar remoto con eco a balneario. Allí se refugia María, una mujer que, por primera vez, se atreve a rebelarse contra su destino. La sombra de la fascinante propietaria de la casa, Estela, ausente –desaparecida, o muerta, según quien se refiera a ella– ocupará sus días. Sus noches, la vuelta a su propio pasado, en busca de redención. Enigmas y azares, niñas y madres, los barrios altos de Barcelona, la Cuba del siglo XIX, el Madrid de los ochenta, Londres y Nueva York son los escenarios de este viaje a través de la vida con la intuición como mapa y un libro, El...

Gossip columnist and single New York City girl Mellives lives in the most exciting place in the world, yet she's bored with her love life. But things get interesting fast when the old lady next door is nearly murdered. Mel starts paying closer attention to her neighbors--what exactly is going on with the cute boy next door? Has Mel found the love of her life--or a killer?

Autor de una vasta producción literaria que comprende relatos, novelas, teatro, poemas en prosa, crítica y ensayo, amén de infinidad de cartas, WILLIAM CARLOS WILLIAMS (1883-1963) fue también, y quizá ante todo, un gran poeta. Imbuida de los sentidos del oído y de la vista, la mayor parte de su obra lírica es fácil de entender, huye de lo abstracto («no hay ideas sino en las cosas»), se compone de poemas por lo general breves y es la que mejor logró expresar, desde Whitman, la sensibilidad norteamericana, lo que le ha valido el reconocimiento de figuras como Allen Gisnsberg, Robert ...

"No siempre es bueno ganar, pues de las victorias nada se aprende. Poco a poco conseguí que mis aspiraciones se hicieran realidad, tomando decisiones controvertidas pero siendo muy consciente de asumir después las consecuencias. Hubo momentos en los que nadie pareció comprenderme y en los que me faltó apoyo, a pesar de vivir rodeada de seres queridos. Lo tenía todo, pero era incapaz de sentirme bien conmigo misma. Vivía conforme a unas normas, cada día más asfixiantes, y bajo el paraguas de una comodidad que sólo me producía hastío. Hasta que encontré un lugar donde por fin pude...