Miguel Mihura fue un prolífico dramaturgo, guionista y humorista español, nacido el 15 de julio de 1905 en Madrid. Su obra se caracteriza por su ingenio, su aguda crítica social y su estilo único, que combinó el absurdo con la comedia. Considerado uno de los maestros del teatro español del siglo XX, Mihura dejó una huella indeleble en la cultura y las artes en España.
Desde una edad temprana, Mihura mostró interés por la escritura y el teatro. A los diecisiete años, comenzó a colaborar con diversas publicaciones y revistas de la época, donde empezó a desarrollar su característico sentido del humor. Su formación no fue académica en el sentido estricto, sino más bien autodidacta, lo que le permitió cultivar su creatividad de manera libre y personal.
Durante la década de 1930, Mihura se convirtió en un referente en el mundo del teatro español. Se unió al Grupo de Teatro de la Universidad Central y contribuyó en la creación de la famosa revista La Cúpula, que se caracterizaba por su enfoque en el humor y la sátira. Sin embargo, su carrera se vio interrumpida por la Guerra Civil Española (1936-1939), un conflicto que marcaría profundamente a la sociedad española y a sus artistas.
Tras la guerra, Mihura se exilió brevemente y regresó a España en 1939. Su regreso no fue fácil, ya que el clima político y social del país había cambiado drásticamente. Sin embargo, Mihura, con su aguda capacidad observadora y su inquebrantable espíritu, logró adaptarse y siguió escribiendo. En 1944, estrenó su obra más célebre, “Tres sombreros de copa”, una comedia que se convirtió en un clásico del teatro español. La obra es un ejemplo perfecto de su estilo, lleno de ironía y situaciones absurdas, que desafían las normas y convenciones sociales de su tiempo.
El reconocimiento hacia su trabajo creció en las décadas siguientes. A lo largo de su carrera, Mihura escribió más de 30 obras, entre las que destacan “El caso de la mujer asesinadita”, “La bella Dorotea” y “La absurda historia de la vida”. Su habilidad para mezclar el humor con la crítica social le permitió abordar temas complejos como la identidad, la libertad y la opresión, todo ello envuelto en su estilo característico de humor absurdo.
- “Tres sombreros de copa” (1944)
- “El caso de la mujer asesinadita” (1946)
- “La bella Dorotea” (1953)
- “La absurda historia de la vida” (1961)
El trabajo de Mihura no solo fue apreciado en el ámbito teatral, sino que también incursionó en el cine y la televisión. Fue guionista de varias películas en las décadas de 1940 y 1950, consolidándose como un referente del humor en el cine español. Su capacidad para conectar con el público, a través de diálogos ingeniosos y situaciones cómicas, lo convirtió en uno de los humoristas más queridos de su época.
A pesar de su éxito, Mihura enfrentó críticas y censuras debido al régimen franquista, que veía su obra como una amenaza a la ideología oficial. Sin embargo, esto no detuvo su creatividad ni su compromiso con el arte. Con el tiempo, sus obras fueron reivindicadas y reconocidas por su profundidad y su capacidad de reflexión.
En el año 1977, Miguel Mihura recibió el Premio Nacional de Teatro en reconocimiento a su trayectoria y contribuciones al teatro español. Sin embargo, su vida se vio truncada en 1977 cuando falleció el 28 de diciembre en Madrid, dejando un legado inigualable en el teatro y en la cultura española. Su obra sigue siendo estudiada y representada en la actualidad, y su estilo ha influido a muchas generaciones de dramaturgos y comediantes.
El legado de Miguel Mihura perdura no solo en sus obras, sino también en la forma en que desafió las convenciones sociales a través del humor y la ironía. Su visión única del mundo y su capacidad para encontrar lo absurdo en lo cotidiano lo convierten en una figura indispensable en la historia del teatro español.