Hasta que me pidas

Taradell, darrers anys del segle xix. Mentre juga a prop del riu, en Boi descobreix un rastre de sang. Seguir-lo significarà desenterrar el passat i marcarà l'inici d'una aventura que l'obligarà a separar-se de la seva família, amagar-se a dins els esbarzers i fugir de les partides de pistolers que circulen per la Plana. En Boi cavalcarà entre la boira, en un viatge que li permetrà descobrir l'amistat, l'amor, la crueltat i el dolor. Guilleries és un western crepuscular, una novel·la de formació sobre la culpa i la redempció, que celebra la vida en totes les seves manifestacions....

En un hotel del centro de la ciudad está sucediendo algo extraño. Los huesped y personal que suben por su ascensor a la tercera planta desaparecen de manera misteriosa. El profesor Ramiro, una eminencia de la ciencia, es requerido para tratar de darle una explicación al asunto.

Después del paréntesis de Deseo de chocolate, novela fragmentaria y de ambientación histórica lejana, Care Santos vuelve a la línea novelística que le ha valido su mayor éxito, la de Habitaciones cerradas, con más de 25.000 ejemplares vendidos. Diamante azul nos sumerge en el pasado familiar y de la ciudad de Barcelona, en una época, las primeras décadas del siglo XX, en que el esplendor de la burguesía se contrapone a la convulsión social que se vivía en la ciudad. "Le gustaba cómo la miraba, con unos ojos de un azul tan transparente que parecía posible vislumbrar algo detrás ...

Ser mujer en el siglo XIX en México, mitad juarista, mitad porfiriano, no fue empresa fácil. Aún no existía el cinematógrafo para soñar con los besos del celuloide, y las jóvenes casaderas de la sociedad criolla recién emancipada no tenían más remedio que bordar y rezar. Peor era pensar: una mujer que piensa puede caer en el pecado fácilmente, y así se introduce el demonio. Pero Soledad Ugarte nunca dejó de pensar. Y aunque se llenó de hijos y aprendió a reprimir sus deseos en su armario interior, se atrevió a descorrer uno a uno los velos del misterio: descubrió que el mundo ...