Gótico americano

El tesoro más grande que tiene el ser humano es saber de dónde viene, quién es y por qué está en este mundo. ¿Qué pasa antes de nuestro nacimiento? ¿De dónde vienen nuestros talentos, nuestras habilidades, nuestros sueños? Dirigido al público en general, “Escrito en el Cielo” es un libro que nos ayuda a encontrar las respuestas con dosis de buen humor, compañerismo, ayuda incondicional, reflexiones, inspiración, sueños, emociones diversas y una amistad inquebrantable, demostrándonos que dentro de cada uno de nosotros existe un angelito que lucha día a día para cumplir la...

Unas vacaciones con un desenlace inesperado, un equipo de fútbol de provincias humilde pero ambicioso, un reencuentro con el pasado en la ciudad de juventud: tres escenarios, tres familias, tres viajes que sumergen al lector en los vínculos emocionales que rigen las relaciones entre los personajes. Los protagonistas de los relatos que componen este volumen ("Siempre hay un perro al acecho", "El fin de los buenos tiempos" y "La ley de la gravedad") están marcados por secretos silenciados, por acusaciones reveladoras, por el amor y el implacable paso del tiempo. "El fin de los buenos tiempos ...

Hay secretos que no pueden permanecer ocultos La inspectora Lottie Parker acude a la escena de un crimen en una remota granja irlandesa. Los cristales rotos, las sillas volcadas y el cuerpo destrozado de la mujer que encuentra allí son señales de una ira incontrolable. Cuando Lottie cree que ha identificado al asesino, una perturbadora pista la llevará a pensar que el crimen está relacionado con los sucesos del manicomio de Saint Declan, el último caso que investigó su padre antes de suicidarse. Días más tarde, aparece una nueva víctima: es la hija de la mujer asesinada en la granja, ...

Un profesor de literatura española llega a Francia alejándose de su pasado. Ahí conoce a un chico sirio que deviene el centro de su existencia. «Un libro demoledor. Una novela que no está de moda.» Marta Sanz «“No hay ninguna razón para estar triste. Deberías darte cuenta”, me dijo Nizar desde fuera de la tienda de campaña con una taza caliente entre las manos y un cielo rojizo que se abría a su espalda. ¿Acaso dormiría él entre las sombras de dos frambuesos en lugar de bajo aquel cielo inmisericorde de Calais? ¿En qué parte de su sangre escondía los cien fuegos cruzados? ...