¡Feliz día de San Valentín! (Happy Valentine's Day!)

Cloe es una chica de 11 años que, junto a su familia, cambia de pueblo una vez más y debe comenzar en un nuevo colegio; ella sabe que le llaman "la rarita", por sus características físicas tan peculiares, pero no le importa porque aprende a quererse y a valorarse tal y como es. Cloe experimenta nuevas e increíbles emociones desconocidas para ella hasta el momento, cuando descubre que tiene un gran poder mágico heredado de su madre, y cuando además, con el paso de los días, siente que se ha enamorado de un chico llamado Dorian... Pero no todo serán momentos felices, pues alguien de su ...

Dwight es un chico que hace muchas cosas raras, como usar la misma camiseta durante un mes o prentender que los demás lo llamen "Capitan Dwight'. Esto es patético, sobre todo para Tommy, que se sienta junto a él durante el almuerzo. Pero hay algo que Dwight hace muy bien, origami. Ha creado un Yoda de papel y lo lleva en el dedo. Y ahi es donde las cosas se ponen misteriosas. Yoda Origami puede predecir el futuro y aconsejar la mejor forma de resolver un problema delicado. Sus consejos realmente funcionan, y todos los chicos del colegio se acercan a consultarle.

Each of these humorous books features a young boy or girl who feels bored, lonely, worried, or unfairly treated. Each child discusses the way he or she reacts to these emotions and comes up with ideas to overcome them. Knowing that other children-and even adults, as the stories point out-share these feelings is a great comfort for kids. Text copyright 2004 Lectorum Publications, Inc.

¡Haberse convertido en pestilentes dragones no es precisamente lo que Wiglaf y sus amigos llamarían una buena noticia! En el séptimo título de esta divertidísima colección, Wiglaf y sus dos amigos Angus y Eric tienen un pequeño problema; mejor dicho: un problemón. Los 3 intrépidos aprendices de Cazadragones han sido víctimas del hechizo de un poderoso mago y se han convertido ni más ni menos que en... ¡dragones! Y tú pensarás: qué divertido, ¿no? ¡Pues a ellos no les hace NI UN PELO de gracia!