El Clan del Fuego

Julia Webbs, una simple institutriz, proveniente de una familia de clase media, que cayó en desgracia, llega a un pueblo en Montana, donde trabajará para un adinerado ranchero. Jamás se imaginó que su vida cambiaría tanto y que su corazón conocería al verdadero amor en aquel lugar. Frederick Arnold, un conde, que dejó toda su vida como la conocía en el pasado y se embarcó a otro país en busca de una nueva vida, con la compañía de su único familiar; su pequeña niña de 4 años. Solo buscaba a una persona que se encargara de su hija, que se creía un vaquero más de su rancho, y...

Tiffany era la candidata perfecta para ser la esposa temporal de Jafar Al-Shehri. A cambio de subir con ?l al altar, el jeque pagaria todas las deudas de su hermana. Pero aquel conveniente acuerdo que le aseguraba la corona de su reino pronto llevara a una pasion desenfrenada. El trono de Jafar segua en peligro... Seria suficiente el deseo que sent'an el uno por el otro para que Tiffany se convirtiera en algo mas que la esposa contratada del jeque?

Un mercadillo medieval de brujas atrae no solo a los curiosos habitantes del tranquilo suburbio de Roseline, sino también a la inocente Sinita que, en realidad no tiene nada que ver con la magia. Pociones, libros de hechizos, amuletos y predicciones: todo esto le ofrecen esas extrañas personas que encuentra en el mercadillo. Una oscura silueta que aparece detrás de los árboles, atrayente e inquientante al mismo tiempo, hará que Sinita quede cautivada con su mirada. Los insultos, maldiciones e improperios acaban por expulsar a Sinita de este extraño mercado, pero una cosa se le queda...

A la mañana siguiente, Halo hizo una llamada a la oficina de Pemsky, que fue directamente a su correo de voz, cuando se abrió la puerta de la oficina principal. Halo sonrió y alzó la vista a los ojos verdes soñadores, con motas de oro, cabello castaño y corto, una barbilla levemente hendida y labios carnosos en línea dura. Incluso con su mirada severa, sus hormonas saltaron a toda marcha. El Sr. Dreamy se aclaró la garganta. Ella debe haber estado mirando. En su voz más profesional, ella lo saludó, "Buenos días. ¿Como puedo ayudarte?"