De gatos, amores, infamias y horrores

Prepárate. Nada se puede comparar con Neil Gaiman y su universo fantástico. Una historia de detectives cuyos personajes son los de una canción infantil, pero que se comportan como el mismísimo Philip Marlowe; un trol que vive debajo de un puente y que...

Karina tiene cuarenta, una carrera como profesora universitaria, dos hijos que no sabe si aún le gustan y un matrimonio abierto. Jeff es norteamericano, llegó a Buenos Aires en los 80 y está convencido de que a su edad solo puede aspirar a encuentros fugaces en algún cine porno o sexo sacado de los clasificados. Nacho, modelo y escort, ve cerca su retiro y planea un futuro para cuando el cuerpo ya no le dé. Entre un country del conurbano bonaerense y los estudios de cine de Hollywood de los 70, Hasta encontrar una salida, la tercera novela de Hugo Salas, indaga sobre las relaciones de...

La psiquiatra de Pine Cove ha decidido sustituir los antidepresivos que administraba a todos sus pacientes por placebos, así que naturalmente, o más bien artificialmente, la clientela del club de blues local se ha disparado. El problema es que la melancólica música también ha atraído a Steve, una gigantesca bestia marina con cierta obsesión por los camiones de combustible. De pronto, la taciturna Pine Cove ha dado rienda suelta a su libido y una misteriosa ola de crímenes asola la ciudad. El agente de policía Theophilus Crowe tendrá que mantener a raya sus más bajos instintos para...

«El rojo siempre había sido un color que habían venerado y temido. Eso era algo que todos habían aprendido y guardado en su memoria desde su más tierna infancia y durante incontables generaciones. El rojo del fuego que les daba calor en los fríos y duros inviernos de aquellas montañas; del anochecer que les llenaba de miedo e incertidumbre ante lo que se ocultaba y nacía de la oscuridad; el rojo del amanecer que les infundía la seguridad de poder afrontar un nuevo día; de la sangre que jamás debía ser derramada. Pero en esos momentos el rojo del ocaso les llenaba de un pavor que...