Cuéntase a Chantal

Manuela tiene veintiocho años, es grafóloga forense y vive en Barcelona con su prima Nerea. Manuela, como todos, tiene sueños y secretos que nunca deberían ver la luz. Entre ellos está que, encerrada en su habitación y bajo seudónimo, escribe exitosas novelas eróticas. Un día, su prima organiza una cena con sus amigos para presentar a su nuevo novio, y a partir de esa noche la vida de Manuela se volverá un caos absoluto y ya nada volverá a ser igual. En la amistad hay leyes no escritas que nunca se deberían traspasar, pero lo prohibido seduce, y más si se trata de él, Abel.

La trampa del arenal es la historia del fracaso personal y profesional de Luis, víctima de la dictadura impuesta por la mujer en el matrimonio.Pese a la aparente misoginia que desprende, una lectura atenta de esta novela muestra el deseo didáctico de Margarita Nelken (Madrid, 1894 - México, 1968) de presentar a esa misma mujer a la que critica como la principal víctima de su situación social.

Para contagiar al lector, a Scerbanenco le bastan unos pocos trazos. Ya la presentación inicial, seca y concisa, de la familia Steve es suficiente para intuir que el crimen, que se anuncia como un drama producto del fanatismo, es inevitable. Sus miembros, amantes todos ellos de los aspectos teóricos y prácticos de las ciencias morales, viven monacalmente en una casa miserable en los suburbios: la cueva de los filósofos. Es Luciana la que desaparece una noche y luego es encontrada muerta en la orilla de un río no muy lejos del cadáver de un rico industrial que había decidido protegerla. ...

Parece que pronto voy a morir, golpean la puerta muy duro, son como cuatro de ellos y lo único que tengo para defenderme es un lápiz de escribir y mi diario, es sumamente imposible que mate al menos a uno con un lápiz ya que ni las balas les hacen daño, así que lo único que me queda por hacer, es escribir, antes de que rompan la puerta y en el mejor de los casos solo me maten. Aclaro que soy mujer y una muy linda por lo que en este mundo machista y ahora de guerra nos toca pasar por dolores peores que la muerte, me gustaría rezar y que todo esto termine, pero no sé qué pasa con Dios, ...

Macario e Ismael se han lastimado el tobillo y yacen inmovilizados en un camino solitario, a pocos metros el uno del otro. Es de noche y ni siquiera pueden verse las caras, pero dialogan en espera de alguien que los saque del apuro. Una atmósfera minimalista lo domina todo: la luna llena, que aparece y desaparece entre la niebla, un cuervo que los protagonistas suponen enamorado y unos grillos que cantan. La luna ejerce sobre Macario un extraño influjo que le excita sexualmente y le obliga a fantasear con la idea de convertirse en hombre lobo.