Caso Gato. Una historia de la noche digital

Ésta es la historia de un joven adolescente lanzado a las calles de La Habana de los años noventa. Una novela basada en hechos reales, escrita crudamente, sin aderezos ni adornos, en la mejor tradición del realismo sucio. Pedro Juan Gutiérrez continúa aquí su saga sobre la ciudad caribeña y su gente más pobre y marginal: mendigos, prostitutas, travestis, vendedores callejeros, pícaros, borrachos, los habitantes de un edificio abandonado y en ruinas, gente sin un centavo, con hambre, siempre al borde de la muerte. Una fauna terrible y apocalíptica. «Ésta es la voz de los sin voz», ...

En Mi nombre es Liberty conocimos a Hardy Cates, un irresistible tejano de origenes muy humildes, el chico malo que le robo el corazon a Liberty Jones. Ahora, con el Diablo Tiene Ojos Azules, Hardy Cates ha vuelto... ¡y todas las mujeres corren peligro! Ha

La vida de Celia siempre ha sido perfecta. Tiene un marido romántico y un hijo encantador, cariñoso. Vive en una burbuja sin tiempo ni espacio, en una especie de ensueño embriagador. Un día, todo cambia drásticamente. Porque las personas pueden idear cómo será su vida en un futuro, pero nadie te prepara para afrontar las dificultades, para tomar riesgos, para amar, para vivir. Y cuando la vida te zarandea dolorosamente, puedes elegir si derrumbarte y quedarte abajo, o si levantarte, tomar el riesgo y vivir. Porque, aun con obstáculos, el camino puede ser maravilloso. Porque apartarte...

Quand on découvre que Zardjou, l’homme qui remet en question la vie d’Arezou, est marchand de serrures, on peut y voir l’ironie d’un signe plus subtil qu’il n’y paraît. Les apparences sont trompeuses ; on entre avec plus de vigilance et de curiosité dans une belle histoire d’amour. À travers le destin d’une femme active, divorcée, partagée entre sa mère et sa fille, trois générations s’affrontent dans un monde où règnent depuis longtemps les interdits et le non-dit. On suit Arezou, au bord du rire ou des larmes, sous la neige, espérant avec elle profiter enfin...