Pondré Mi Oído En La Piedra Hasta Que Hable
Esta esperada novela de William Ospina busca, entre miles de páginas científicas y los testimonios de sus encuentros, al Humboldt más humano y personal que allí se esconde. «Cómo no fascinarse con un país donde los cangrejos tenían el color de los cielos y todo era tan nuevo como si en cada día estuviera la creación del mundo». -- «Humboldt es otro de los nombres del mundo, y es esencialmente inabarcable». «Se expuso al pasmo de las lunas y a la insolación en los desiertos de salitre, a vendavales y tormentas eléctricas, vivió aguaceros interminables bajo las enramadas de la...