Las Olas
El primer recuerdo que tengo de mi abuelo es de un momento que compartimos juntos. Estoy sentado sobre sus rodillas, mirando hacia la bahía. El abuelo está fumando una pipa, mientras señala al horizonte. —Mira, Walt. Nuestros barcos está allá afuera. Y, algún día, un barco aún más hermoso que los nuestros aparecerá por el horizonte. Un barco poderoso que nos llevará bien lejos de aquí. —¿Por qué no navegamos nosotros mismos? —quiero saber. —Porque ella nos prometió que volvería —responde el abuelo—. Y confiamos en esa promesa. Sólo los Impíos creen que pueden...