El arte del insulto
¿Quién no ha insultado nunca a nadie? Quién no se ha quedado dudando a la hora de elegir el insulto más adecuado para la situación? Y quién no se ha arrepentido de haber optado por un improperio banal y desgastado? Estas preguntas, como otras parecidas que podrían formularse, apuntan a la importancia del insulto en el acervo léxico de cualquier lengua, y a la sutileza de matices que, por su efecto en el destinatario, distingue expresiones injuriosas en apariencia sinónimas. El presente tratado, que aúna rigor y amenidad, nos ofrece un amplio estudio de los campos semánticos...