Guardar las formas

Con Guardar las formas Alberto Olmos debuta en la narrativa breve y nos ofrece una magnífica reflexión acerca de la libertad creadora y el uso del lenguaje. Un hombre se queda encerrado en una casa, mientras un escritor se encierra en un estilo. Una mujer ve dobles las botellas y el narrador ve dobles los adjetivos. Un macarra no sabe si a sus vecinos les ha tocado la lotería, pero a él le ha tocado ser un cuento en primera persona. Una inmigrante recibe en su teléfono móvil tres horas de silencio, y el autor pone los puntos suspensivos. También hay un anciano moribundo que quema todos ...