Tensión, angustia, distimia, impaciencia, apuro, culpa, vergüenza, temores de toda clase, preocupación exagerada, pensamientos catastróficos, sentimientos de agitación, obsesiones, intranquilidad, taquicardia, sudores, parálisis del cuerpo, los repentinos y fuertes espasmos en piernas e incluso en el cuerpo entero, dificultad para concentrarte, irritabilidad, dolor estomacal, miedo de enfermar o de morir, cansancio físico y mental, fatiga, músculos tensos, agorafobia, dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, miedos irracionales, hormigueos por varias parte del cuerpo...